domingo, 26 de septiembre de 2010

Y qué si quieres ser (o se te ha pasado por la cabeza) ser estrella de rock, astronauta, patinador del Alcampo, cuentacuentos, empaquetador de cereales, probador de camas elásticas, creador de palabras o incluso, aunque suene más común que el resto, una persona viva, que no necesita cara o cruz para decidir. Que cree en la mala suerte pero no la deja pasear de su mano. ¿Es éste el instante "del no movimiento"?
A veces gritar a tiempo es bueno, pero hoy por hoy, hemos decidido no correr riesgos. Que sí, que podríamos hacerlo, que tampoco es para tanto... Que coño? Somos tan genuinamente idiotas, que esperamos a tener hilos atados a las puntas de los dedos. De los que tiran y hacen daño, que cortan si das un tirón.
Mola un huevazo eso de autoconvencerse, de darnos pena a nosotros mismos. Vernos y decir "Mierda".
También está chachi lo de ser de madera.
Pero qué quieres que te diga... A mi no me convence lo de dejarme pulir, la verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario