lunes, 11 de octubre de 2010

El pelo oscuro, unos rizos que casi envolvían por completo su pelo, camiseta oscura y tenis llamativos, un violeta brillante que resalta en sus uñas, aunque un poco descascarillado se nota que le gusta llamar la atención. Tiene pinta de dura, aunque no lo necesite. Entre sus yemas un Malvoro duro de esos que desprende un humo blanco casi de película en las tardes mas frías de un otoño especial. Ese día todo era extraño los coches eran más bonitos y los pájaros cantaban más fuerte, y veía como el mundo pasaba a cámara lenta para que yo me fijara aún mas en todo. Ese cigarrillo ya consumido cae al suelo, empujado por un movimiento preciso de mis dedos y la ayuda de un poco de viento, mi adidas derecha baja un escalón seguida por la otra, la superstición me persigue, es la hora de irse, la calle oscura agarrada de tu mano se me hace la mas larga de mi vida, ojala todo lo bueno durara tanto. Por desgracia se acaba pero al contrario de como dice el refrán después de la calma a mi más calma me llega, siento como tu boca despacio se acerca a la mía y te vas pero luego vuelves de nuevo, sabes que no puedes estar lejos, ni yo de tí, te quiero!.
El otoño es largo y espero que el calor de tus brazos en mi cintura me abrigue muchas tardes más
E.

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