La amistad es el sentimiento de los amigos. Pero para entender la amistad, antes, hay que saber qué es un amigo.
Un amigo es alguien que te acepta con tus virtudes y tus defectos, que está a tu lado siempre y en todo momento, que te corrige por tu bien si te equivocas y te alerta si estás a punto de volver a tropezar con la misma piedra de nuevo. Es alguien que te escucha e intenta comprenderte aunque no comparta la misma opinión, alguien que hoy te defiende y que te enseña para que puedas hacerlo tú mañana, alguien que metería la mano en el fuego por ti para probar que eres inocente. Alguien que te permite expresarte en libertad y no te juzga por tus pensamientos. Con el que puedes ser tu mismo, sin que se rían de tus miedos o tus sueños. Que te ayudan a alcanzar tus metas en la vida por muy difícil que estén las cosas, que te animan a continuar cuando te sientas cansado y te dan las oportunidades que hagan falta por cada error que cometas. Es aquel que te dice “sincérate” cuando ve que has callado mucho y necesitas hablarlo, el que simplemente te escucha, calla y te hace compañía. Aquel al que no hace falta decirle con palabras que estás mal porque con una mirada basta. Es alguien que con un simple gesto de amistad como un beso, un abrazo, un gracias por todo, te quiero…demuestra ser amigo.
Pero a veces la gente se piensa tener cientos de amigos, cuando, en realidad, puede que no tengan ninguno.
Crecer es abrir los ojos para poder distinguirlos, aceptarlos y quererlos tan como son.
Y ahora para acabar te digo: si tienes de esos cuídalos valen más que cualquier cosa que te puedas imaginar.
Un amigo es alguien que te acepta con tus virtudes y tus defectos, que está a tu lado siempre y en todo momento, que te corrige por tu bien si te equivocas y te alerta si estás a punto de volver a tropezar con la misma piedra de nuevo. Es alguien que te escucha e intenta comprenderte aunque no comparta la misma opinión, alguien que hoy te defiende y que te enseña para que puedas hacerlo tú mañana, alguien que metería la mano en el fuego por ti para probar que eres inocente. Alguien que te permite expresarte en libertad y no te juzga por tus pensamientos. Con el que puedes ser tu mismo, sin que se rían de tus miedos o tus sueños. Que te ayudan a alcanzar tus metas en la vida por muy difícil que estén las cosas, que te animan a continuar cuando te sientas cansado y te dan las oportunidades que hagan falta por cada error que cometas. Es aquel que te dice “sincérate” cuando ve que has callado mucho y necesitas hablarlo, el que simplemente te escucha, calla y te hace compañía. Aquel al que no hace falta decirle con palabras que estás mal porque con una mirada basta. Es alguien que con un simple gesto de amistad como un beso, un abrazo, un gracias por todo, te quiero…demuestra ser amigo.
Pero a veces la gente se piensa tener cientos de amigos, cuando, en realidad, puede que no tengan ninguno.
Crecer es abrir los ojos para poder distinguirlos, aceptarlos y quererlos tan como son.
Y ahora para acabar te digo: si tienes de esos cuídalos valen más que cualquier cosa que te puedas imaginar.
Yo por suerte, creo haber encontrado a esos amigos, a esos buenos y queridos mejores amigos.
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