domingo, 3 de octubre de 2010




Quédate conmigo para siempre. No puedo prometerte que siempre estaré de buen humor,ni que nunca odiaré el mundo. Es parte de mí querer cambiar el mundo cada día. Tampoco sé si dejaré de quejarme algún día por lo horrible del tiempo que se escapa. Quizá siga viéndome fea con vestidos cortos, y no quiera maquillarme. No puedo decirte que cambiaré, mis despertares siempre serán entre quejidos y odiaré el ruído del tráfico. Pero sí te puedo decir que prepararé las mejores meriendas del mundo para tí. Que adoraré despertarme a tu lado, y después pasear cogidos de la mano hasta que el cansancio nos venza. Que haremos todos los días especiales, en la última fila del cine, en nuestros viajes siderales, que conquistaremos todas las calles de Barcelona, y las de todo el pais si nos dejan. Puedo decirte con total seguridad que te besaré con más fuerza que nunca cada día que te vea y te estrujaré entre mis brazos. Te susurraré al oído los segundos que nos comimos parando el tiempo, y volveré a besarte, claro. Cierra los ojos y recuérdame. Recuérdame en tu pecho siendo la más feliz del mundo. Contagiándote mi risa en el mar, queriéndonos con vistas al mar. La primera noche, la última, aquel verano loco en el que conquistamos el mundo. Sal en nuestros labios, la primera vez que nos besamos como si pensaramos que el mundo se iba a terminar en ese mismo instante. Recuerda, recuérdame. Te prometo que mi misión será cuidar tu risa, y aunque no lo creas, soy experta en eso.

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