jueves, 28 de abril de 2011

Me quedo sin aire.

Tengo colores en la piel, marcados como sellos, distintos a cualquier mujer. Trozos del cuerpo del color que más odio en este mundo, el color del dolor, de la sangre acumulada que no escapa porque no encuentra una salida, violáceo, cárdeno, violeta, amoratado, lila, azulado, purpúreo, malva.. Te espero cada noche hasta las tantas mientras mis ojos se caen presos del sueño, cuando llegas totalmente ebrio después de una noche de excesos, de drogas, de alcohol, y quizás de putas, quien sabe ya.. ¿Y ahora qué? 

Ahora llegas y me encuentras ahí plantada en el sofá del salón, ese que algún día guardó tantas caricias y abrazos, tantas películas de miedo, y hoy.. hoy vivo en mi propia película de terror, en la que tú eres las bestia a la que yo creía que podía cambiar. Y es la propia bestia quien me cambia a mi, cada vez me haces más pequeña, y me asfixio en tu sombra, me ahogo en mis lágrimas. La primera vez que me engañaste me regalaste una rosa, ahora necesitaría la floristería entera, y tú piensas que yo no me doy cuenta de nada, del carmín en las camisas, de algún que otro envoltorio de condones.. Tú me estás matando a mi, y las drogas te matan a ti, ya ni si quiera sabes mentirme como al principio, te estás perdiendo en tu propio paraíso, mientras a mi me hundes en el infierno de esta vida. Hace meses que sueño con miles de rosas rojas, rojas como la sangre que derramo al pincharme con sus espinas, son tan bonitas por fuera, pero pueden hacer tanto daño.. Pero yo como siempre tengo la culpa de todo, de que salga el sol, de que no salga, de quererte, de quererme un poco a mi, de necesitar salir, necesitar aire, menos palizas, más amor.. y aún así lo siento, siento si hice algo mal y si alguna vez te hice daño, pero todo lo que aprendí, me lo enseñaste tú, toda la maldad, y los gritos, y las peleas, también aprendí a curar heridas y a interpretar muy bien cuando me preguntan que tal estoy, incluso me maquillo como una profesional y cuando voy al médico le cuento una de mis escenas de que me caí en la bañera.. Gracias a tí estoy totalmente preparada para una vida de maltratada.. 
eres mejor que un libro de instrucciones.
Tienes tanto de lo que arrepentirte, porque tú, sí TÚ, eres un cabrón.
¿Pero sabes? Algún día reuniré el suficiente valor para irme de aquí y no llorar más a no ser que sea de alegría.

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