viernes, 8 de octubre de 2010


-Pequeña, ¿A qué le tienes miedo?
-Pues a muchísimas cosas, como por ejemplo a las tormentas. Es algo que me aterroriza, casi tanto como la oscuridad, a la tristeza o los fuegos artificiales. También me dan miedo las cucarachas. Pero ¿porqué preguntas todo esto?
-Lo sabía. Es curioso pero nada de lo que has dicho, si lo compararas con mis miedos, carecerían de importancia. Lo aseguro.
-¿Ah sí? ¿Y a qué se supone que le tienes tú tanto miedo?
-¿Sabes? Tengo miedo a que un día no sintamos la misma ilusión que en estos instantes. A qué un día me despierte y me digas que lo sientes, pero que esto no llegará a nada. A tener que irremediablemente olvidar tu aroma, tu risa, tu pelo, tu mirada..
A que llegue un día en que hayas olvidado todo esto, incluso lo que te estoy diciendo en estos momentos o creas que miento. A que te enfermes de solo verme pasar. A que te vayas, y me dejes sin nada. También te tengo miedo a tí, al poder que ejerces sobre mí. A las preciosas y malditas bajadas de ánimo que me causas con tan poca cosa. A no poder soltarte todas las cosas que me molestan de tí de golpe, porque seguro que con solo mirarme me has convencido de que eres el amor de mi vida, y que nada más importa. El amor de mi vida, también me daba miedo esa palabra antes de conocerte. Pero ahora que estoy junto a tí, y que se supone que no debo tener miedo en estos momentos, lo que me puede dar mas miedo es escuchar una tormenta y que no pueda estar abrazandote esperando a que llegue la calma, a que te sorprenda la oscuridad en tu habitación o en tus días, y yo no pueda encender una vela para que por lo menos sientas seguridad al mirarme a los ojos. A alumbrarte la vida si te hace falta, y si no, pues también..



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