miércoles, 17 de noviembre de 2010

La Felicidad, una díficil meta, difícil de conseguir, difícil de alcanzar, difícil de experimentar. Pero ¿qué pasa si lo consigues? fácil pregunta, difícil respuesta. Simplemente te limitas a vivirla como solamente tú sabes. La Felicidad es el estado en el que todo está color rosa, o en mi caso, todo color ¡lila!, es cuando todo es demasiado fácil, demasiado simple, demasiado PERFECTO. No existen las preocupaciones, ni los enfados. Pero nadie a dicho que en ella no existan las bajadas y las subidas, como en todo. Es algo tan efímero, tan natural, tan bonito el poder ser feliz que cuando lo eres realmente, te sientes orgulloso. Ser feliz es una sensación inexplicable, insuperable, indestructible. Es algo parecido a estar enamorado, pero claro, no son las mismas sensaciones, y por supuesto estar enamorado implica ser feliz. Muchos piensan que ser feliz es estar enamorados, ahí se equibocan. Cualquier cosa puede hacerte sentir la persona más afortunada del mundo, una amiga, unas palabras bonitas en el momento adecuado, un hombro en el que poder llorar, alguien que lo de todo por ti y no te pida nada a cambio.. son diversas las causas que hacen de las cosas más insignificantes, las más bonitas, de las más simples, únicas, de las cotidianas, irrepetibles. Sí, la felicidad implica equivocarse, arriesgar, ganar pero también perder. Es cuando sientes que nadie puede robarte ese momento, ese sentimiento que te llena el pecho. Es cuando notas qe tus labios adoptan una determinada forma, a la qe llamamos sonrisa. Sí, ser feliz es igual a sonreir, ¿por que no?. Sonreir por simples cosas..; un'' te quiero'', de los de verdad, de esa persona, la única que hace que se te ponga esa sonrisa de niña que tanto te gusta, un abrazo, tan cálido, tan lleno de cariño, que te recuerda a esa sensación de los primeros días de primavera, en los que el sol se cuela por tu ventana, hasta llegar a los poros de tu piel, dándote ese calorcillo tan dulce, que es inevitable qe se te escape una pequeña sonrisa. Esa sonrisa al recibir un email de ese amigo al que tanto hechabas demenos, una sonrisa al enterarte que tu mejor amiga acaba de volver de vacaciones, y porfin puedes verla, una sonrisa con cariño, cómo la de una madre al tener a su bebé en brazos, una sonrisa de amor, la misma que se te pone al despertarte y que él te diga ''Buenos días, mi princesa'', una sonrisa sincera, atrevida, con encanto, dulce, apasionada, una sonrisa como sólo tú sabes ponerla.mAhora mismo supongo que estarás sonriendo, al pensar en todos esos momentos tan cotidianos, pero como bien he dicho ante, tan ÚNICOS.

Y ahora dime.. ¿Realmente merece la pena no ser feliz?.

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