viernes, 12 de noviembre de 2010

Punto y final.

Te confiastes y creistes que me encontrarías a mí cuando estuvieras perdido, que yo conseguiría tener la brújula que nos guiase de nuevo al comienzo, que yo siempre estaría ahí. Pero te equivocastes.
No puedo intentar continuar junto a una persona con la que hay una de cal y otra de arena. Y es cierto que voy a tirarlo todo por la borda, pero es que no me has dado motivos para no hacerlo y así continuar juntos hacia adelante. Es cierto que ha habido muy buenos momentos, pero hoy,mientras caminaba escuchando música sin saber por qué una lágrima brotó de mis ojos. No hizo falta que me preguntara el motivo de mi llanto, pues ya lo sabía. Una vez más habías conseguido decepcionarme de la peor manera que lo podías hacer. Y entonces empecé a hacer un repaso de nuestra historia,o de la que iba a ser nuestra historia, desde el principio. Y directamente supe que yo había exagerado lo bueno; pues de una mirada hacía un mundo; y había minimizado lo malo, he tragado tantas lágrimas por ti. Es más ya me extrañaba mucho esta buena racha que tuvimos. Tardabas mucho en hacerme daño. Pero esta vez lo hicistes sin saber que ya no habría marcha atrás, que ya no podré confiar en ti y que la decepción ahora y siempre será una sombra en mis ojos cuando los tuyos se relflejan en mis pupilas.
Sabes a la perfección que este es mi punto y final. Nuestro punto y final. El que iba a ser nuestro puntos suspensivos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario