domingo, 21 de noviembre de 2010

Silencio. ¿Qué puede haber mejor que eso?, cuando con una mirada somos capaces de transmitirlo todo, cuando con un simple gesto somos capaces de provocar mil sensaciones, cuando solo vale un tu y yo. El silencio, ¿qué palabra más ambigua, no crees? Se trata de no decir nada, pero intentar expreasarlo todo.
Y te tengo a ti, delante mia, mirandome con esos ojos color miel, esperando una respuesta, un movimiento, una expiración, un suspiro, algo. Y en cambio, ¿de que soy capaz? de quedarme quieta, muda, parece que estaba jugando al un, dos, tres pollito inglés, yo paralizada por completo, sin poder articular palabra y tu, expectante, alerta, esperando cualquier cosa, palabra, movimiento, para procesarlo y llegar a alguna conclusión, por que podríamos decir que había roto todas tus expectativas.
Y es un aquí, un ahora, te miro, me miras, suspiras, te sonrio. Muy inseguro de ti mismo me preguntas, ¿Qué quieres?, que ¿qué quiero? quiero que me despiertes con un ''buenos dias mi princesa'', quiero que tu mayor temor sea que no te quiera, que no te lo demuestre. Que tu alegría más grande sea el verme despertar por las mañanas, que sueñes conmigo todos los días y que se cumplan tus sueños. Quiero que me des millones de besos al crepúsculo e infinitos al amanecer. Que me lleves a lugares románticos, y que me cuentes poemas al atardecer. Quiero encontrarte un día, bajo la lluvia, esperando a reconciliarnos, y que no te vayas hasta que hayamos hecho las paces. ¿Tu mayor ilusión?
Que permanezca junto a tí hasta que seamos viejos, que me sea a la primera a la que le dices un tequiero sincero, uno, de los de verdad, y que cuando tengas treinta años te pregunten por el nombre de tu primer amor, y digas mi nombre.
Eso es lo que quiero, pero por supuesto no soy capaz de decirtelo..
A continuación te miro a los ojos, hasta tal punto que soy capaz de verme reflejada en ellos y así me doy cuenta de lo que realmente quiero; a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario