miércoles, 6 de abril de 2011

A la luz de un día triste acompañado por mi sombra.

Estaba allí, sentada en un tranco cualquiera, fumándose un piti como acostumbraba, acompañada por el viento que despeinaba su flequillo. El tiempo pasaba, el cigarro se consumía, el humo se dispersaba pronto en el aire mientras yo lo miraba desenfocando.. Aún hoy me pregunto como vives, callas y respiras guardando esa mentira cada día. Vuelves a llamarme. Otra vez no vienes, me di cuenta hace veinticuatro minutos exactamente, realmente no necesitaba tu llamada, pero me moría por escuchar otra de tus excusas. Ahora tengo una tarde libre y el corazón roto, pensé en ir de vuelta a casa, pero decidí dar un paseo con la soledad de aliada. Pasé por un estanco, compré un Malvoro duro, destrozo mis pulmones mientras me tomo un café en el starbucks más cercano, saqué mi libreta totalmente en blanco, el boli que me regalaste en ese viaje a París y mi Ipod, después de un par de segundos de armonioso silencio escucho retumbar en la más interna de mis neuronas.. 
"¡Oh! Inmortal Poseidón, el del furioso tridente, a ti me encomiendo en esta dificil empresa, 
propicia que este velero llegue a buen puerto, 
permíteme llevar a cabo los designios de Afrodita nacida de las olas, 
¡Oh! Caliope, augusta entre las musas, haz florecer el jardín, trae la rima."

2 comentarios:

  1. oh, no sé por qué será, pero tus fotos me enamoran!! vaya vicio el fumar eh? jajajaja
    doble v que grandes(:
    besos guapi!

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  2. Gracias! Jajaja, pues si un vicio enorme.. ¡Doble V siempre! besitos preciosa! :D

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