lunes, 30 de enero de 2012

Me miras y sonríes, siento mariposas en tu panza.



Bob Marley dijo una vez  "Se supera a los demonios con algo llamado amor."
Pero en realidad no existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.
Momentos en los que sientes que el corazón se te sale y sube por tu garganta, dejando ese lado izquierdo con un vacío incalculable, momentos en los que los nervios asoman a una de esas piscinas de los hoteles pijos a las que llaman "infinity" y de tanto tontear 
caen al vacío, como de un decimoséptimo piso abajo, haciéndote añicos por dentro...  El amor es ciego y el final es triste, pienso.
El amor son palomas mensajeras con notitas, botellas lanzadas al mar con alguna esperanza, ese deseo que piensas imposible cuando pasa una estrella fugaz y un número que signifique algo más que una fecha. Es mirarlo a los ojos y no querer decir nada, es estar loca por él y que esa locura tenga siempre un poco de razón. Es cuando quieres decir algo y no te salen las palabras, cuando lloras de alegría y ahogas las penas, entonces sólo entonces estás enamorado. Cuando no puedes vivir sin esa persona, y pasas más tiempo del que vives pensando en ella, cuando luchas por alguien que de verdad te importa y lo consigues, y sientes eso que nunca podrás explicar a nadie, ganas de comerte el mundo, mi mundo, a él. 
Yo quiero que siempre seamos jóvenes y que tengamos todas las noches para querernos. 
Quiero verte de perfil frente a la ventana en verano mientras fumas un cigarrillo, tu ya sabes que me encanta cuando te pones tan sexy, 
y yo sentada en el sofá frente al balcón, con un moño y algo acalorada, llevo una camiseta tuya que me queda como un vestido y esa sonrisa que se me pinta sola cuando estoy contigo. Entonces rompes el silencio y me dices que soy la más bonita de todas cuando no quiero parecerme a ninguna, pero yo, sólo me veo la niña más guapa del mundo cuando me reflejo en tus ojos. 
Ahora deja de pensar, siento como me respiras en el cuello y tengo el vello de punta, cuando estás enamorado ni el cielo es tu límite, 
así que vamos a dejar el final para otro día, déjame quererte.

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